"... cuando llegó la noche de pronto se detuvo y sólo unos cuantos copos siguieron cayendo perezosos..."
(Fragmento)
Así lo estuvo haciendo durante horas, hasta que la luz del día perdió intensidad, el aire se debilitó y el crepúsculo cubrió los campos y el bosque; entonces un secreto surgió en todos los valles.
Había movimiento en la capa del cielo, y miles de diminutas sombras grises se deslizaron suavemente en el espacio nublado cayendo en silencio, como delicada lana, sobre la tierra parda.
Al principio sólo era una o en dúos y tríos descendían sobre el rocío, lentas y sosegadas, pero después de un rato fueron más numerosas, justo como cuando las tropas sin fin de estorninos vuelan sobre los campos; y así como los rebaños de ovejas se congregan cuando se les conduce a lo alto de los Alpes, así también el enjambre entreverado y mezclado, hasta que todo el suelo quedó oculto bajo una cubierta blanca y suave.
Y todavía muy tarde la nieve se arremolinó en la borrasca, pero cuando llegó la noche de pronto se detuvo y sólo unos cuantos copos siguieron cayendo perezosos. Resaltaba el contorno negro y blanco de los bosques, y en el cielo oscuro brillaron las estrellas.
Carl Spitteler (Suiza, 1945-1924). Obtuvo el premio Nobel en 1919.
(Traducido al español por Jules Etienne, sobre una versión al inglés de James F. Muirhead).
Soñado!! quien pudiera descifrar el secreto de los valle.
ResponderBorrarHermoso. Y hermoso también su libro Imago.
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