Primer ciego de nacimiento: Oigo el viento del Norte.
La sexta ciega: Creo que ya no hay estrellas. Va a nevar.
Tercer ciego de nacimiento: Si alguno de nosotros se duerme, hay que despertarle.
El ciego más viejo: Yo, sin embargo, tengo sueño. (Una ráfaga de viento hace revolotear las hojas secas).
La ciega joven: ¿Oyen las hojas secas? Creo que alguien viene hacia nosotros...
Segundo ciego de nacimiento: Es el viento: ¡escuchen!
Tercer ciego de nacimiento: ¡No vendrá nadie!
El ciego más viejo: Los grandes fríos van a llegar...
La ciega joven: Oigo andar a lo lejos.
Primer ciego de nacimiento: No oigo más que las hojas secas.
La ciega joven: ¡Oigo andar muy lejos de nosotros!
Segundo ciego de nacimiento: ¡No oigo más que el viento del Norte!
La ciega joven: ¡Digo que alguien viene hacia nosotros!
La ciega más vieja: Oigo un ruido de pasos muy lentos...
El ciego más viejo: ¡Creo que las mujeres tienen razón! (Empiezan a caer grandes copos de nieve).
Primer ciego de nacimiento: ¡Oh! ¡Oh! ¿Qué es este frío que cae sobre mis manos
El sexto ciego: ¡Nieva!
Primer ciego de nacimiento: ¡Apretémonos unos contra otros!
La ciega joven: Pero ¡escuchen el ruido de pasos!
La ciega más vieja: ¡Por Dios! ¡Un momento de silencio!
La ciega joven: ¡Se acercan! ¡Se acercan! ¡Escuchen! (Aquí el Niño de La ciega loca se echa a llorar súbitamente en la oscuridad).
El ciego más viejo: ¿Llora el niño?
La ciega joven: ¡Ve! ¡Ve! ¡Puesto que llora, es que ve algo! (Coge en brazos al Niño y adelanta en la dirección de donde parece venir el ruido de pasos; las otras mujeres la siguen ansiosamente y la rodean). Voy a su encuentro.
El ciego más viejo: ¡Tengan cuidado!
La ciega joven: ¡Oh! ¡Cómo llora! ¿Qué tiene? No llores. No tengas miedo; no hay nada que temer; estamos aquí; estamos en derredor tuyo. ¿Qué ves? No temas nada. ¡No llores así! ¿Qué ves? Di, ¿qué ves tú?
La ciega más vieja: El ruido de pasos se acerca por aquí. ¡Escuchen! ¡Escuchen!
El ciego más viejo: Oigo el roce de un vestido contra las hojas secas.
El sexto ciego: ¿Es una mujer?
El ciego más viejo: Es ruido de pasos!
Primer ciego de nacimiento: ¿Será acaso el ruido del mar en las hojas secas?
La ciega joven: ¡No, no! ¡Son pasos! ¡Son pasos! ¡Son pasos!
La ciega más vieja: Vamos a saberlo; escuchad las hojas muertas.
La ciega joven: ¡Los oigo, los oigo casi a nuestro lado! ¡Escuchen! ¡Escuchen! ¿Qué ves tú? ¿Qué ves tú?
La ciega más vieja: ¿Hacia qué lado mira?
La ciega joven: ¡Sigue el ruido de los pasos! ¡Miren! ¡Miren! Cuando le vuelvo del otro lado, se vuelve para ver... ¡Ve! ¡Ve! ¡Ve! ¡Es seguro que ve algo extraño! ...
La ciega más vieja: (Se adelanta.) Levántenlo por encima de nosotros para que pueda ver.
La ciega joven: ¡Apártense! ¡Apártense! (Levanta al Niño por encima del grupo de ciegos). ¡Los pasos se han detenido entre nosotros!...
La ciega más vieja: ¡Están aquí! ¡Están en medio de nosotros!
La ciega joven: ¿Quiénes son? (Silencio).
La ciega más vieja: ¡Tengan piedad de nosotros! (Silencio. El Niño llora desesperadamente).
Telón
Maurice Maeterlinck (Bélgica, 1862-1949). Obtuvo el premio Nobel en 1911.
La ilustración corresponde a la puesta en escena de Los ciegos por parte del grupo Toneelhuis,
bajo la dirección de Guy Cassiers en 2014.
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