"... azotando la tierra en las garras de la nieve que se ennegrece en las profundidades por las olas furiosas..."
II
Hace ya tiempo que se escuchó la última lluvia
caer sobre las hormigas y las lagartijas
Ahora se quema el cielo inmenso
los frutos se pintan la boca
los poros de la tierra se abren poco a poco
y junto al agua que gotea silabeando
una planta enorme mira directamente al sol.
¿Quién es ése que descansa sobre la playa
fumando de espaldas hojas de olivo de humo plateado?
Las cigarras se calientan en sus oídos
las hormigas trabajan en su pecho
las lagartijas se deslizan por el césped de su axila
y sobre las algas marinas de sus pies pasa ligera
una ola vertida por una sirenita que cantaba:
"Oh cuerpo del verano desnudo quemado
devorado por el aceite y la sal
cuerpo de roca y estremecimiento del corazón
un gran viento orea la cabellera de mimbre
aroma de albahaca sobre el rizado pubis
lleno de estrellas y agujas de pino
cuerpo lozano bañado por el día."
Llegan lluvias ligeras impetuosos granizos
pasan azotando la tierra en las garras de la nieve
que se ennegrece en las profundidades por las olas furiosas
las montañas se lanzan a las ubres cargadas de la nube.
Pero ante todo esto sonríes indiferente
y vuelves a encontrar tu hora inmortal
como te vuelve a encontrar el sol en las playas
y en medio de tu saludable desnudez te encuentra el cielo.
Odysseas Elytis (Grecia, 1911-1996). Obtuvo el premio Nobel en 1979.
(Traducido al español por Carmen Chuaqui y Natalia Moreleón).
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