"Cruzará el aire posándose en una estaca algún gallito de Marzo."
Amanece de nuevo, lo presiento
Alegre leeré sobre el blanco
los negros signos de las ramas
como un esencial alfabeto.
Todo el pasado de repente aparecerá delante.
No turbará sonido alguno esta alegría solitaria.
Cruzará el aire posándose en una estaca
Amanece de nuevo, lo presiento
por el albor de vieja
plata en las paredes:
las ventanas cerradas se vetean de un tenue resplandor.
Vuelve el advenimiento del sol
pero sin las difusas voces,
los acostumbrados estrépitos.
¿Por qué? Pienso en un día encantado
y de las justas de horas demasiado iguales
me resarzo.
Desbordará la fuerza que me inflamaba,
inconsciente mago, desde largo tiempo.
Ahora me asomaré, destruiré altas casas,
despojos viales.
Tendré ante mi un lugar de limpia nieve
mas tan ligero como el paisaje de un tapiz.
Resbalará un destello lento
entre al algodón del cielo.
Selvas y colinas llenas de invisible luz
me harán el elogio de los festivos retornos.
Alegre leeré sobre el blanco
los negros signos de las ramas
como un esencial alfabeto.
Todo el pasado de repente aparecerá delante.
No turbará sonido alguno esta alegría solitaria.
Cruzará el aire posándose en una estaca
algún gallito de Marzo.
Eugenio Montale (Italia, 1896-1981). Obtuvo el premio Nobel en 1975.
(Traducido del italiano por F. Ferrer Lerin)
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