Vancouver: luz de agosto en la bahía. (Fotografía de Jules Etienne).

martes, 28 de mayo de 2019

Tu boca: A UNA MUJER, de Pedro María Barrera

"... el piélago crucé de tus antojos, buscando flores y encontrando abrojos en tu infecundo corazón de roca."

Miel eran las palabras de tu boca
y celos adorables tus enojos,
y las miradas de tus negros ojos
relámpagos de un alma de amor loca.

Con ansia mucha, con prudencia poca
el piélago crucé de tus antojos,
buscando flores y encontrando abrojos
en tu infecundo corazón de roca.

Que nunca me ofendiste ni me ofendes
propalas sin pudor, mujer impía,
y mi silencio por desprecio vendes.

¡Despreciarte! Ninguno lo diría;
pero lo dices tú, porque comprendes
que yo, con mi desprecio, te honraría.


Pedro María Barrera (España, 1842-1897).

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