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domingo, 31 de marzo de 2019

Tu boca: EL HOMBRE QUE RÍE, de Víctor Hugo

"Y esa boca que hace tu fortuna, esa cara que hace tu riqueza, no te pertenecen. No naciste con ese rostro."

Segunda parte: Por orden del rey

(Fragmento del capítulo 11: Gwynplaine está en lo justo y Ursus en lo cierto)

Un filósofo es un espía. Ursus, acechador de sueños, estudiaba a su alumno. Nuestros monólogos tienen en nuestro rostro una reverberación clara para la mirada del fisonomista. Por eso lo que sucedía en Gwynplaine no pasaba inadvertido para Ursus. Un día en que Gwynplaine meditaba Ursus le tiró de la ropa y le dijo:

- ¡Me causas la impresión de que observas, imbécil! Ten cuidado, eso no es cosa tuya. Tú sólo tienes que hacer una cosa: amar a Dea. Eres feliz con dos dichas; la primera es que la gente ve tu hocico; la segunda, que Dea no lo ve. No tienes derecho a esa dicha que posees. Ninguna mujer, viendo tu boca, aceptaría tu beso. Y
esa boca que hace tu fortuna, esa cara que hace tu riqueza, no te pertenecen. No naciste con ese rostro. Lo tomaste de la mueca que está en el fondo del infinito. Le has robado la máscara al diablo. Eres horrible; conténtate con esa quina. Hay en este mundo, que es una cosa muy bien hecha, los dichosos por derecho y los dichosos por chiripa. Tú eres dichoso por chiripa. Estás en una cueva donde se halla presa una estrella. La pobre estrella te pertene- ce. No trates de salir de la cueva y cuida tu astro, ¡araña! Tienes en tu tela el carbúnculo Venus. Hazme el favor de sentirte satisfecho.


Víctor Hugo (Francia. 1802-1885).

(Traducido al español por Luis Echávarri).

Las ilustraciones corresponden a Dave Droxler personificando a Gwynaplane en una puesta en escena que adapta la novela y a Christa Theret y Marc-André Grondin en la versión cinematográfica de L'homme qui rit, dirigida por Jean-Pierre Améris en 2012.

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