Vancouver: luz de agosto en la bahía. (Fotografía de Jules Etienne).

sábado, 9 de marzo de 2019

Tu boca: PARAÍSO PERDIDO, de John Milton

"A estas palabras; el modelo hermoso de las mujeres, Eva, le replica: ¡Oh tú, objeto querido de mi ardiente amor..."

(Fragmento del cuarto libro)
 
Retirémonos, pues, y disfrutemos
Del sueño a que la noche nos convida,
Y en la fresca mañana volveremos,
A la rosada aurora adelantados,
A dar a este jardín nuestras labores.
Hay varias plantas cuya desmedida
Lozanía de ramas y de flores
Sofoca los retoños moderados
De otras, y así cortar es necesario
De sus brotes el lujo extraordinario,
Que no es más que una estéril abundancia
Del cenador en la agradable estancia
Hay también porción de hojas marchitadas
Y de ramas quebradas
Que quitar: Pero es tarde ya. Durmamos,
Y la naturaleza repongamos.
A estas palabras; el modelo hermoso
De las mujeres, Eva, le replica:
¡Oh tú, objeto querido de mi ardiente
Amor; tú, de mi vida cara fuente!
¡Con qué gusto me entrego a tu juicioso
Dictamen en un todo! Dios se explica
Por tu boca: esto basta: me someto.


John Milton (Inglaterra, 1606-1674).

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