en la penumbra de la llama;
de robles y de rosas sabían;
de muerte. Antiguo invierno.
Buscaban su alimento las aves
y de pronto se hacían de nieve;
así las palabras.
Un poco de sol, un resplandor angélico,
luego la niebla; y los árboles,
y nosotros hechos de aire en la mañana.
Salvatore Quasimodo (Italia, 1901-1968). Obtuvo el premio Nobel en 1959.
(Traducido al español por Carlos Viola Soto).
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