"Me apoyé bien, la cargué un poco más alto tan pronto la saqué del carro, y me encaminé hacia las cabañas."
- Ana, ¿estás despierta?
- Ummm -respondió.
- Ana, tengo un lugar en el que podemos pasar la noche.
- Bien -dijo.
- ¿Quieres salir del auto ahora?
Ana no contestó.
- ¿Cariño?
Siguió sin responder. Exhalando un poco, di la vuelta hacia su lado del automóvil, abrí la puerta y entonces la sujeté. Ella apenas y se movió cuando la levanté. Me apoyé bien, la cargué un poco más alto tan pronto la saqué del carro, y me encaminé hacia las cabañas. Barter venía saliendo de la número trece.
- Ya lo tengo todo listo -aseguró-. Las sábanas se cambiaron por la tarde, y acabo de dejar toallas limpias -permaneció mirando a Ana con atención-. Está profundamente dormida, ¿verdad?
- Tuvimos un viaje muy largo -le señalé.
- Bonita muchacha -dijo. Sus ojos nunca dejaron de ver su cara. Entonces sugirió: ¿Por qué no la lleva a la trece, mientras yo tengo lista la doce para usted?
- De acuerdo -asentí, subiendo los escalones para entrar en la cabaña. Tenía el mismo acabado de pino nudoso que la oficina. Había dos ventanas, una cama y un tocador de madera de maple, lavabo y closet. Me dirigía a la cama y acosté a Ana, luego saqué las cobijas que habían quedado debajo de ella. Advertí que había un calentador de keroseno pero las cobijas sobre la cama parecían suficientes y no me pareció que Ana fuera a necesitar el calentador funcionando. Le quité los zapatos, dejé la luz encendida y fui al auto por su equipaje. Cuando regresé a la cabaña, seguía dormida.
Evan Hunter (Estados Unidos, 1926-2005).
Fue bautizado como Salvatore Lombino pero adoptó el nombre legal de Evan Hunter en 1952.
Ed McBain era su seudónimo más conocido.
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