Vancouver: luz de agosto en la bahía. (Fotografía de Jules Etienne).

martes, 12 de febrero de 2019

Febrero: LA EDUCACIÓN SENTIMENTAL, de Gustave Flaubert

"... exhaló un suspiro a la vez que volvía los ojos, y la cabeza cayó de lado sobre la almohada."
 
(Fragmento del capítulo IV de la tercera parte)

El 12 de febrero, a las cinco, se le declaró una espantosa hemoptisis. El médico de guardia avisó del peligro, e inmediatamente se fue en busca de un sacerdote.

Durante la confesión del señor Dambreuse, su señora lo miraba de lejos, con curiosidad. Terminada aquélla, el joven médico le puso un vejigatorio y aguardó.

La luz de la lámparas, semioculta por los muebles, iluminaba desigualmente la habitación. Frédéric y la señora de Dambreuse, al pie de la cama, observaban al moribundo. En el alféizar de una ventana, el médico y el sacerdote hablaban a media voz; la hermana de la Caridad, de rodillas, musitaba unas oraciones.

Se oyó un estertor. Se enfriaban las manos, y el rostro empezaba a palidecer. A veces se le escapaba una profunda espiración; de tiempo en tiempo se hacían más raras; articuló confusamente dos o tres palabras; exhaló un suspiro a la vez que volvía los ojos, y la cabeza cayó de lado sobre la almohada.

Todos, durante un minuto, permanecieron inmóviles.

La señora de Dambreuse se aproximó, y sin esfuerzo, con la sencillez del que cumple un deber, le cerró los párpados.


Gustave Flaubert (Francia, 1821-1880).

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