Vancouver: luz de agosto en la bahía. (Fotografía de Jules Etienne).

miércoles, 17 de julio de 2024

Mirándolas dormir: LA BALADA DE IZA, de Magda Szabó

"La contempló mientras dormía. Su rostro volvía a ser el de la joven Iza, la chica pálida, agotada de tanto estudiar..."

(
Fragmento)

La contempló mientras dormía. Su rostro volvía a ser el de la joven Iza, la chica pálida, agotada de tanto estudiar, dócil, triste y sufrida. La hermosa frente, las cejas, los ojos de Vince, y la nariz chata, los labios aniñados y la barbilla suave de la anciana, todo en un mismo marco.

Te amaba –pensó Antal-, te amaba como nunca he querido ni querré a nadie, te amaba sin condiciones, sin reproche alguno. Yo siempre fui tuyo y tú nunca fuiste mía, estabas lejos de mí incluso cuando te tenía entre mis brazos. Por las noches a veces me entraban ganas de sacudirte para que despertaras, gritarte para que me dijeras la palabra que te hiciera ser tu misma, que te salvara, y que me indicaras la dirección por donde ir para poder encontrarte. Cuando comprendí que simplemente eras egoísta y que a cada uno le dabas un trozo de ti misma para que no te molestara e interfiriera en tu trabajo, rompí a llorar. No me oíste, y si me oíste pensaste que sería un sueño, porque sentías amor y respeto por mí y, según tú, un hombre nunca debe llorar.

Magda Szabó (Hungría, 1917-2007).

La ilustración corresponde a un trabajo del fotógrafo francés
Émile Joachin Constant Puyo, conocido como El comandante Puyo.

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