Hasta mañana dices, y tu voz...
Hasta
mañana dices, y tu voz
se apaga y se desprende
como la nieve. Lejos, poco a poco,
va cayendo, y se duerme,
tu corazón cansado,
donde el mañana está. Como otras veces,
hasta mañana dices, y te pliegas
al mañana en que crees,
como el viento a la lluvia,
como la luz a las movibles mieses.
Hasta mañana, piensas; y tus ojos
cierras hasta mañana, y ensombreces,
y guardas. Tus dos brazos
cruzas, y el peso leve levantas, de tu pecho confiado.
Tras la penumbra de tu carne crece
la luz intacta de la orilla. Vuela
una paloma sola y pasa tenue
la luna acariciando las espigas
lejanas. Se oyen trenes
hundidos en la noche, entre el silencio
de las encinas y el trigal que vuelve
con la brisa. Te vas siempre
hasta mañana, lejos. Tu sonrisa
se va durmiendo mientras Dios la mece
en tus labios, lo mismo
que el tallo de una flor en la corriente;
mientras se queda ciega tu hermosura
como el viento al rodar sobre la nieve;
mientras te vas hasta mañana, dulcemente
por esa senda pura que, algún día,
te llevará dormida hacia la muerte.
Canción
con tu humildad
¡Cómo
apagas mi sed
con tu humildad! ¡Tu mano
estremece en mi pecho
la sombra del dolor, igual que un pájaro
entre las ramas verdes, junto al cielo!
¡Cómo traes a mis labios
con tu humildad la luz sobre tu frente
lo mismo que la nieve sobre el campo,
y me apagas la sed de haber llorado
de humildad, al tenerte,
dormida, como un niño, entre mis brazos!
Lejana como Dios, pero más cerca...
Lejana
como Dios, pero más cerca,
más cerca, más dormida entre las horas
más alta tras la noche, como el viento
más concreta en el pecho o más remota
o más dulce en la orilla;
lejana como Dios, pero más cerca
dentro del corazón, pero más cerca
de mi voz al hablar cuando te nombra;
más secreta en mi sueño;
donde mi vida brota;
allegada a mi sangre de repente
con un inmenso aroma
de algo que está en la noche todavía,
tu pureza me arrastra hacia la honda
soledad imposible, donde el alma
es sólo tuya, como Dios; es toda
un camino vehemente
de claridad, de sombra...
Leopoldo Panero
(España, 1909-1962).
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