Vancouver: luz de agosto en la bahía. (Fotografía de Jules Etienne).

sábado, 29 de diciembre de 2018

Año nuevo: BEL AMI, de Guy de Maupassant

"La abrió con indiferencia: era la cruz de la Legión de Honor."
 
(Fragmento del capítulo VII)

Durante el camino guardaron silencio. Pero ya en su alcoba, Madeleine dijo, de pronto, sonriendo y sin siquiera haberse quitado el velo de noche:
 
- Tengo que darte una sorpresa, ¿sabes?
- Tú dirás -gruñó él, malhumorado.
- Adivínalo.
- No quiero tomarme ese trabajo.
- Pues bien, pasado mañana es Año Nuevo.
- Sí, ¿y qué?
- Día de regalos.
- Sí.
- Bueno, pues aquí tienes el mío, que Laroche acaba de entregarme.
 
Y le alargó una cajita negra, que parecía un estuche de alhajas. La abrió con indiferencia: era la cruz de la Legión de Honor.
 
Se puso un poco pálido, sonrió y dijo:
 
- Hubiera preferido diez millones. Esto no le resulta caro.
 
Su mujer esperaba un transporte de júbilo, y aquella frialdad la irritó.
 
- Eres verdaderamente incomprensible –dijo–. Nunca estás contento.
 
El repuso tranquilamente.
 
- Ese hombre no hace más que pagarme una deuda. Y todavía me debe mucho.
 
Lo dijo de tal modo que sorprendió a Madeleine, quien respondió:
 
- De todos modos, eso está bien a tu edad.
- Todo es relativo. Más podría tener a estas alturas.
 
Dejó el estuche sobre la chimenea y contempló durante algunos segundos la brillante estrella que en su fondo yacía. Luego lo volvió a cerrar, se encogió de hombros y se metió en la cama.
 
El Boletín Oficial del Estado del primero de enero anunciaba, efectivamente, que don Prósper George Du Roy había sido promovido a caballero de la Legión de Honor, en pago a sus excepcionales servicios. El apellido estaba escrito en dos palabras, lo que satisfizo a George más que la misma condecoración.

 
Guy de Maupassant (Francia, 1850-1893).

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