Regresa la primavera a Vancouver.

sábado, 26 de mayo de 2018

Mayo: ULISES, de James Joyce

"Ella tarareaba. La luna nueva de mayo radiante, amor. Él al otro lado de ella. Codo, brazo. Él. La lámpara de la luciérnaga reluciente, amor."
 
(Fragmento del episodio 8: Lestrigones)

La mano bajó a su costado otra vez.
 
Nunca se sabe nada de eso. Pérdida de tiempo. Bolas de gas que giran, se cruzan unas con otras, avanzan. El mismo sonsonete de siempre. Gas: luego sólido: luego mundo: luego frío: luego concha muerta a la deriva, crocante helado, como ese crocante de piña. La luna. Debe de haber luna nueva, dijo ella. Creo que sí.
 
Siguió por delante de la Maison Claire.
 
Espera. Luna llena fue la noche que estábamos el domingo hace quince días exactamente hay luna nueva. Bajando a pie a lo largo del Tolka.

No estuvo mal para ser luna de Fairview. Ella tarareaba. La luna nueva de mayo radiante, amor. Él al otro lado de ella. Codo, brazo. Él. La lámpara de la luciérnaga reluciente, amor. Roce. Dedos. Preguntando. Respuesta. Sí.
 
Para. Para. Lo que fue fue. Tengo que.
 
Mr. Bloom, la respiración acelerada, andando más lentamente dejó atrás Adam Court.
 
Con un estáte tranquilo, sus ojos tomaron nota: ésta es la calle aquí al mediodía en los hombros caídos de Bob Doran. En una de sus rondas anuales, dijo M’Coy. Beben para poder decir o hacer algo o cherchez la femme. Allá arriba en el Coombe con arrapiezos y callejeras y luego el resto del año sobrio como un juez.
 
Sí. Me lo imaginaba. Escabulléndose por el Empire. Se fue. Agua de seltz sola le vendría bien. Donde Pat Kinsella tenía el Harp Theatre antes de que Whitbred regentara el Queen. Un bendito. El numerito de Dion Boucicault con su cara de lunallena y con diminuta gorra de mujer. Tres muchachas monas de la escuela. Cómo pasa el tiempo ¿eh? Enseñando unos pantalones rojos largos bajo las faldas. Bebedores, bebiendo, reían espurreando, aventando bebidas. Más Power y salud, Pat. Rojo chillón: alegría para borrachos: carcajada y humo. Quítate ese sombrero blanco. Sus ojos arrebatados. ¿Dónde está ahora? De mendigo por algún lugar. El arpa que en otros tiempos nos mató de hambre a todos. Yo era más feliz entonces. ¿O era ése yo? ¿O soy yo ahora yo? Veintiocho años tenía. Ella veintitrés. Cuando nos fuimos de Lombard Street West algo cambió. El hacerlo ya no fue lo mismo después de lo de Rudy. No se puede volver atrás en el tiempo. Como agarrar el agua con la mano. ¿Volverías atrás a aquel entonces? Estaba empezando entonces. ¿Volverías? ¿No eres feliz en tu casa pobre diablillo? Quiere coserme los botones. Tengo que contestar. La escribiré en la biblioteca.


James Joyce (Irlandés fallecido en Suiza, 1882-1941).
 
La segunda ilustración corresponde a un puente para peatones sobre el río Tolka, en Dublín, Irlanda.

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