pero de pronto estás, inesperado,
con tu visaje cruel y desolado
en este abrazo cálido de enero.
Reconozco tus ojos de viajero,
tu inseguro silencio, tu llamado,
tus labios sin mañana y sin pasado:
eres el rostro del dolor primero.
Vuelvo a mirarte aún. Y eres el mismo
milagro de ternura y egoísmo,
triste y feliz, eterno y pasajero,
burlón, desesperado, inquieto, firme.
Cómo quedarme, amor, y cómo irme,
cómo estar sin estar. Ya no te quiero.
Julia Prilutsky (Nacida en Ucrania nacionalizada argentina, 1912-2002)
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