"... lo juro por tu lecho, no lo dirá mi lengua que fue presa de tu boca:"
He sorbido tus lágrimas, princesa,
y en ellas el secreto de tu pecho,
mas no temas, lo juro por tu lecho,
no lo dirá mi lengua que fue presa
de tu boca. Soy fiel a mi promesa.
He sorbido tus lágrimas, princesa,
y en ellas el secreto de tu pecho,
mas no temas, lo juro por tu lecho,
no lo dirá mi lengua que fue presa
de tu boca. Soy fiel a mi promesa.
Cuando, mendigo, llegué a tí maltrecho
del cielo amparo hallé bajo tu techo
y me pusiste junto a tí en la mesa.
No sólo en ella. Pero bien, señora,
del cielo amparo hallé bajo tu techo
y me pusiste junto a tí en la mesa.
No sólo en ella. Pero bien, señora,
por delgado que sea cada estambre
que traman la costumbre redentora,
esta es de nuestra vida la raigambre
que traman la costumbre redentora,
esta es de nuestra vida la raigambre
y se come, fijando antes la hora,
más por matar el tiempo que no el hambre.
más por matar el tiempo que no el hambre.
Miguel de Unamuno (España, 1864-1936).
Matar el tiempo forma parte del Rosario de sonetos líricos con el número CXI (91).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario