Regresa la primavera a Vancouver.

viernes, 24 de febrero de 2023

Conejos: LA RETAMA, o FLOR DEL DESIERTO, de Giacomo Leopardi

"... donde regresa a su cavernosa guarida el conejo."

(
Fragmento de la primera estrofa)

Sobre el árido dorso
del formidable monte
exterminador Vesubio
al cual ningún árbol ni flor alegra,
tus matas solitarias alrededor esparces,
olorosa retama,
contenta del desierto. Te he visto
embellecer con tus tallos las comarcas
que rodean a la ciudad,
la cual un tiempo fue mujer de los mortales
y del imperio perdido
que parece con su grave y taciturno aspecto
darle fe y recuerdo al pasajero.
Ahora te veo en este suelo, de tristes
lugares y amante del mundo abandonado
y de afligidas fortunas compañera.
Estos campos, rociados
de estériles cenizas, y cubiertos
por la petrificada lava
que retumba bajo los pasos del peregrino;
donde anida y se retuerce al sol
la serpiente, y donde
regresa a su cavernosa guarida el conejo;
fueron las felices villas sorprendidas,
y las rubias espigas, y resonaron
los mugidos de los rebaños.
Fueron jardines y palacios,
para la ociosidad de los poderosos
apreciado albergue; y de la ciudad famosa,
el monte altivo con los torrentes
de su ígnea boca fulminante oprime
a sus habitantes juntos. Hoy todo alrededor
una ruina envuelve,
donde tú brotas, oh flor gentil,
y casi el daño de otros compadeces, el cielo
de dulcísimo olor manda un perfume
que al desierto consuela. A estas costas
venga quien exalte con alabanzas
a nuestro estado, y vea cuánto
se preocupan los nuestros
por amar a la naturaleza.

(La ginestra, o Fiore del deserto
Qui su l'arida schiena
Del formidabil monte
Sterminator Vesevo,
La qual null'altro allegra arbor nè fiore,
Tuoi cespi solitari intorno spargi,
Odorata ginestra,
Contenta dei deserti. Anco ti vidi
De' tuoi steli abbellir l'erme contrade
Che cingon la cittade
La qual fu donna de' mortali un tempo,
E del perduto impero
Par che col grave e taciturno aspetto
Faccian fede e ricordo al passeggero.
Or ti riveggo in questo suol, di tristi
Lochi e dal mondo abbandonati amante,
E d'afflitte fortune ognor compagna.
Questi campi cosparsi
Di ceneri infeconde, e ricoperti
Dell'impietrata lava,
Che sotto i passi al peregrin risona;
Dove s'annida e si contorce al sole
La serpe, e dove al noto
Cavernoso covil torna il coniglio;
Fur liete ville e colti,
E biondeggiàr di spiche, e risonaro
Di muggito d'armenti;
Fur giardini e palagi,
Agli ozi de' potenti
Gradito ospizio; e fur città famose
Che coi torrenti suoi l'altero monte
Dall'ignea bocca fulminando oppresse
Con gli abitanti insieme. Or tutto intorno
Una ruina involve,
Dove tu siedi, o fior gentile,
e quasi I danni altrui commiserando, al cielo
Di dolcissimo odor mandi un profumo
che il deserto consola. A queste piagge
Venga colui che d'esaltar con lode
Il nostro stato ha in uso, e vegga quanto
È il gener nostro in cura
All'amante natura.)

Giacomo Leopardi (Italia, 1798-1837).

(Traducido del italiano por Jules Etienne).

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