(Fragmento sobre Afrodita, diosa del solsticio de verano)
Afrodita Urania («reina de la montaña») o Ericina («del brezo») era la ninfa-diosa del solsticio de verano. Destruyó al rey sagrado, que copuló con ella en la cima de una montaña, del mismo modo en que una abeja reina destruye al zángano: arrancándole los órganos sexuales. De ahí las abejas amantes del brezo y la túnica roja en su aventura amorosa de la cima de la montaña con Anquises; y de ahí también el culto de Cibeles, la Afrodita frigia del monte Ida, como una abeja reina, y la extática auto-castración de sus sacerdotes en memoria de su amante Atis. Anquises era uno de los muchos reyes sagrados que eran heridos con un rayo ritual después de juntarse con la Diosa de la Muerte-en-Vida. En la versión más antigua del mito lo mataban, pero en las posteriores escapaba, para justificar la fábula de cómo el piadoso Eneas, quien llevó el Paladio sagrado a Roma, sacó a su padre de la Troya incendiada. Su nombre identifica a Afrodita con Isis, cuyo esposo Osiris fue castrado por Set disfrazado de oso; «Anquises» es, en efecto, sinónimo de Adonis. Tenía un santuario en Egesta, cerca del monte Erix (Dionisio de Halicarnaso I: 53) y Virgilio dijo, por lo tanto, que murió en Drépano, una ciudad vecina, y fue enterrado en la montaña (Eneida III: 710, 759). Había otros santuarios de Anquises en Arcadia y la Tróade. En el templo de Afrodita en el monte Erix se exhibía un panal de miel de oro que, según se decía, era un ex voto presentado por Dédalo cuando huyó a Sicilia.
Robert Graves (Inglaterra, 1895-1985)
La ilustración corresponde a Venus y Adonis (Afrodita y Anquises según la mitología griega), de Charles Napier.
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