"... vieron al Unicornio en el claro del bosque, camino a la Montaña de Nieve."
(Fragmentos)
Fue entonces cuando lo vieron. Ahí estaba, tras de las buenas llamas de la hoguera: acostado con sus patas delanteras dobladas como en rezo también. El largo cuerno blanco, marfil tallado, se retorcía en finas espirales. Supieron que habían entrado en la morada del Unicornio y que éste era un don que deberían agradecer. (Página 55)
Fue ahí donde lo vieron por primera vez, Yuçuf y Alor. Sí, Yuçuf y Alor vieron al Unicornio en el claro del bosque, camino a la Montaña de Nieve. Y quedaron fascinados, como dos imanes, como cisnes ante el espejo, como Narciso y el agua. (Página 66)
Angelina Muñiz-Huberman (Mexicana de origen español nacida en Francia, 1936)
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