Vancouver: luz de agosto en la bahía. (Fotografía de Jules Etienne).

viernes, 11 de diciembre de 2015

Unicornios: ALICIA A TRAVÉS DEL ESPEJO, de Lewis Carroll


(Fragmento del capítulo El león y el unicornio)

- No le hizo el menor daño -aseguró el unicornio sin darle importancia, e iba a continuar hablando cuando su vista se topó con Alicia; se volvió en el acto y se quedó ahí pasmado, durante algún rato, mirándola con un aire de profunda repugnancia.
 
- ¿Qué es... esto? -dijo al fin.
 
- Esto es una niña -explicó Haigha de muy buena gana, poniéndose entre ambos para presentarla, por lo que extendió ambas manos en su dirección, en típica actitud anglosajona-. Acabamos de encontrarla hoy. Es de tamaño natural y ¡el doble de espontánea!
 
- ¡Siempre creó que se trataba de un monstruo fabuloso! -exclamó el unicornio-. ¿Está viva?
 
- Al menos puede hablar -declaró solemne Haigha. El unicornio contempló a Alicia con una mirada soñadora y le dijo:
 
- Habla, niña.
 
Alicia no pudo impedir que los labios se le curvaran en una sonrisa mientras rompía a hablar, diciendo:
 
- ¿Sabe una cosa?, yo también creí siempre que los unicornios eran unos monstruos fabulosos. ¡Nunca había visto uno de verdad!
 
- Bueno, pues ahora que los dos nos hemos visto el uno al otro -repuso el unicornio- si tú crees en mí, yo creeré en ti, ¿trato hecho?
 
- Sí, como guste -contestó Alicia.
 
 
Lewis Carroll: Charles Lutwidge Dodgson (Inglaterra, 1832-1898)

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