Vancouver: luz de agosto en la bahía. (Fotografía de Jules Etienne).

jueves, 4 de junio de 2020

Epidemias: CARMILLA, de Sheridan Le Fanu

"Me destrozan los tímpanos -exclamó Carmilla con tono rabioso, tapándose los oídos con las manos-. Detesto los entierros y los funerales."

(Fragmento)

El canto continuó.

- Me destrozan los tímpanos! -exclamó Carmilla en tono rabioso, tapándose los oídos con las manos-. Detesto los entierros y los funerales. ¡Cuántas cosas inútiles! Porque tú has de morir, todos han de morir, y todos, después de la muerte, son mucho más felices. ¡Regresemos a casa!

- Mi padre ha ido también al cementerio. ¿Lo sabías?

- No, no me importa. Ni siquiera sé quién es el muerto -replicó mientras sus ojos centelleaban.- Se trata de aquella muchacha que hace unos quince días creyó haber visto un fantasma. Desde entonces ha ido empeorando, y ayer por la mañana falleció.

- No me hables de fantasmas: esta noche no podría dormir.

- Espero que no haya una epidemia por estos alrededores. Existen algunos síntomas -continué-. La mujer del pastor murió hace una semana, y también dijo que había notado una extraña opresión en el cuello, como si alguien tratara de ahogarla. Mi padre dice que esas alucinaciones son frecuentes en los casos de fiebres epidémicas. La mujer se hallaba perfectamente el día anterior, pero después de aquella noche se debilitó inesperadamente y al cabo de una semana falleció.

- Bien, supongo que ya habrán terminado con los cantos fúnebres. Nuestros oídos ya no se verán torturados. de nuevo. Todas estas cosas me ponen nerviosa. Siéntate a mi lado, más cerca. Cógeme la mano. Apriétala fuerte, más fuerte...

Nos habíamos retirado unos pasos y Carmilla se sentó en un banco. Su semblante se había transformado de tal modo, que me asusté. Se había puesto pálida. Sus dientes rechinaban y apretaba los labios, sacudida por un continuo escalofrío. Todas sus energías parecían empeñadas en luchar contra aquel ataque. Finalmente, profirió un ahogado grito y se tranquilizó paulatinamente, superada la crisis de histerismo.


Sheridan Le Fanu (Irlanda, 1814-1873).

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