Vancouver: luz de agosto en la bahía. (Fotografía de Jules Etienne).

domingo, 13 de enero de 2019

Ultima Thule: EL REY DE THULE, de J. W. von Goethe


Hubo en Thule un rey constante
con su amada, la que un día,
al morir, dejó a su amante
áurea copa que tenía.
 
Fue, de allí, la taza de oro,
don de mágica riqueza,
y al beber, la real tristeza
la humedecía con lloro.
 
Cuando el rey vio su partida
cercana, dio al heredero
la ciudad y un mundo entero,
menos su copa querida.
 
Sentóse luego a la cena
en medio de sus magnates,
y al pie rugen los embates
del mar que la sala atruena.
 
Allí el bebedor anciano
brinda última vez su copa,
la echa al mar y el mar la arropa
en su lecho soberano.
 
La ve hundirse; que se llena
y se pierde en lo profundo…
Y el rey llora su pena
no bebió más sobre el mundo.
 
 
Johann Wolfgang von Goethe (Alemania, 1749-1832).
 
La ilustración corresponde a La copa del rey de Thule (1896), de Camille Metra-Hubbard.

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