"Lloro encadenado al sueño triste como al pie del mástil solo de un barco."
Cuando duermo –lejos-, cuando la carne
Cuando duermo –lejos-, cuando la carne
no es más que una costra débil de niebla
sobre los endebles huesos,
y atrás de los dientes enmudece
contra el paladar la lengua, temblando;
cuando todo es blando y sin forma, espeso
-tal como si el sueño viniera
por los secretísimos caminos
que ha de recorrer la muerte algún día-,
siento que me llamas, y en tu boca
llega la canción que cantaste a oscuras
una vez, delante de mí.
Cantabas.
Y yo que te escucho paso en silencio.
Lloro encadenado al sueño triste
como al pie del mástil solo de un barco.
Ruben Bonifaz Nuño (México, 1923-2013)
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