Vancouver: luz de agosto en la bahía. (Fotografía de Jules Etienne).

jueves, 2 de abril de 2015

Tu boca: LOS ARENALES VOLVIERON A SENTIR LA PRIMAVERA, de José Hierro

"Manzana fresca, tu boca reconforta el agridulce sabor del beso..."

Los arenales volvieron a sentir la primavera,
volvieron, esta noche de raíz otoñal,
a rehacer caricias, porque, sustancia del amor,
los dos nos abrazamos.
 
Adán y Eva, Paraíso,
como símbolo bíblico, prolongaron su savia
hasta la piel que, sol en la cercanía,
enfunda nuestro yo, agrupa los latidos.
 
Manzana fresca, tu boca reconforta
el agridulce sabor del beso y lleva
el calor de tu tierra del sur
a la fragua encendida de mi cuerpo.
Unificamos mi barro y tu sonrisa,
mi nostálgico sentir y tu esperanza
en un tálamo audaz y prisionero.
 
Es el mar otra vez, la lejanía
de un sueño acostumbrado, de un latido
entre cemento y humos quien nos crece,
nos crece y nos golpea por las venas.
Tu sangre, una aceituna verde,
madura en la almazara de mis brazos,
siento tu suavidad dorada en mi epidermis.
 
Adán, de nuevo, el Paraíso acerca
hasta el metro de tierra en que habitamos:
nos hemos repartido, dividido,
transformado, entregado... sólo,
sólo
y
únicamente
por
amor.
 
José Hierro (España, 1922-2002)

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