Presidente (Interrumpe): Sobre la base de todo lo declarado hoy en la corte, y de lo expuesto en esta audiencia por el señor Volpone, este tribunal considera reunidos los elementos necesarios para dictar sentencia.
Voltore: ¡Es que...!
Presidente (Lo ignora): Primero. Visto: que cualquier revisión del proceso sería una mancha de ignominia para la ciudad, pues al hacerse público lo ocurrido aquí, se pondría de manifiesto que en Venecia hay padres desnaturalizados... Abogados sin conciencia... Y maridos sin dignidad: Decreto que no ha lugar a revisión alguna. (Murmullos de desaprobación). ¡Silencio! Y considerando: Que en nada honraría a la nobleza Veneciana saber que uno de los suyos, el caballero Volpone, ha llevado la vida de un malhechor, de un vulgar comediante que transformó esta casa en un antro de estafa y depravación; y por todo lo antes expuesto, este tribunal decreta: que el señor Volpone ha muerto. De los bienes que deja, se costearán las solemnes honras fúnebres que corresponden a su rango.
Mosca: Yo me encargaré de que los funerales tengan la pompa apropiada...
Presidente: Como resulta de esta decisión y ante la imposibilidad de aceptar el libre tránsito por esta ciudad de un muerto insepulto, el cuerpo del señor Volpone es condenado a la pena de destierro, debiendo abandonar por sus propios medios ésta, su ciudad natal, hoy mismo antes de la medianoche. (Murmullos). En cuanto a ustedes: señor Corvino, señor Corbaccio, señor Voltore... Adelántense. Por el delito de falso testimonio este tribunal los condena a la pena de reclusión forzada en la cárcel de la ciudad, con más las accesorias y costas.
Corbaccio: Gracias... ¿Qué dijo...?
Voltore: ¡Injusto...! Señor presidente... (Por Mosca) ¿Cuál es el castigo entonces para este individuo, coautor, e inspirador incluso, de todos estos fraudes?
Mosca: ¿Por qué a mí...?
Presidente: ¡Silencio! (A Mosca). Adelántate. Por el delito de estafas reiteradas, en calidad de partícipe necesario, y por el de usurpación de títulos y propiedades a un Noble Veneciano en carácter de tentativa, quedas condenado a la pena de azote pú- blico, y prisión perpetua en el Presidio de Venecia.
Ben Jonson (Inglaterra, 1572-1637).
(Traducido al español por David Amitín y Mauricio Kartun).
La ilustración corresponde al quinto y último acto de la puesta en escena dirigida por Elizabeth Freestone en 2019.
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