Vancouver: luz de agosto en la bahía. (Fotografía de Jules Etienne).

lunes, 2 de marzo de 2020

Marzo: MIREYA, de Frédéric Mistral

"... se puso mal el tiempo, la escarcha mató la hierba de los campos, las ovejas de la vieja murieron sin faltar una..."

Notas del autor al Canto Sexto

Hacia el tiempo en que la vieja irritada lanza a febrero su coz 

Los aldeanos del Mediodía han observado que los tres últimos días de febrero y los tres primeros de marzo llevan casi siempre consigo un aumento de frío, y he aquí el modo como su poética imaginación explica este hecho:

Una vieja guardaba una vez sus ovejas. Era a fines de febrero, el cual no había sido riguroso aquel año. La vieja creyéndose librada ya del invierno se permitió mofarse de febrero diciéndole: «Adiós, febrero; con tus heladas no me has levantado la piel». La chanza de la vieja enoja a febrero, el cual va a encontrar a marzo: «Marzo, hazme un favor». «Dos si quieres» contesta el oficioso vecino. «Préstame tres días, y con los tres que me quedan y los tres tuyos, yo levantaré su piel». Al momento se puso mal el tiempo, la escarcha mató la yerba de los campos, las ovejas de la vieja murieron sin faltar una, y la vieja, dicen los aldeanos, rezongando, echaba coces.


Frédéric Mistral (Francia, 1830-1914).
Obtuvo el premio Nobel en 1904 compartido con José Echegaray.

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