(Fragmento inicial)
Salen Leyva, el rector y el secretario
Leyva: ¡Jesús! ¡Jesús! ¡Qué hospital se ha hecho de forma!
Leyva: ¡Jesús! ¡Jesús! ¡Qué hospital se ha hecho de forma!
Rector: Era tanta la
pudrición que había en este lugar, que corría gran peligro de engendrarse una
peste, que muriera más gente que el año de las landres; y así, han acordado en
la república, por vía de buen gobierno, de fundar un hospital para que se curen
los heridos desta enfermedad o pestilencia, y a mí me han hecho
rector.
Secretario: Después que hay galera para las mujeres y hospital para los
que se pudren, anda el lugar más concertado que un reloj.
Rector: No quiera
vuesa merced saber más, señor Leyva, que había hombre que ni comía ni dormía en
siete horas, haciendo discursos; y cuando vía a uno con una cadena o vestido
nuevo, decía: "¿Quién te lo dio, hombre? ¿Dónde lo hubiste? ¿De dónde lo
pudiste sacar? Tú no tienes hacienda más que yo; con tener más que tú, apenas
puedo dar unas cintas a mi mujer". Y desvanecidos en esto, se les hace una
ponzoña y polilla. Mas pongámonos aquí y veremos salir los enfermos.
Este entremés del Siglo de oro suele atribuirse a
Miguel de Cervantes (España, 1547-1616).
Aunque su autoría también se le adjudica a
Aunque su autoría también se le adjudica a
Félix Lope de Vega y Carpio (España, 1562-1635).
Las ilustraciones corresponden a una puesto en escena del grupo Teatro Zircó.
Las ilustraciones corresponden a una puesto en escena del grupo Teatro Zircó.
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