Un gondolero nocturno dirige su barca hacia adelante
A la luz de la estrella vesperal, navega sobre el mar en calma,
Y allí Erminia, Renaldo, Godofredo canta.
Ama sus canciones y las canta por gusto
Sin planes sobre lo que vendrá; no conoce ninguna gloria
Ni tampoco miedo o esperanza; con su quieta Musa
Puede lenificar su travesía sobre las profundas aguas.
Como en el mar de la vida, donde las tempestades son severas
Persiguiendo en la oscuridad mi vela, solitaria, -
Como él, sin respuesta, también yo canto mi propia canción,
Y el amor contempla mi poema secreto durante largo rato.
Aleksandr Pushkin (Rusia, 1799-1837).
(Traducido al español por Jules Etienne).
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