"Por favor no te enamores de mi boca (…) Todo el mundo se enamora de mi boca,"
(Fragmento del libro segundo: La educación de un personaje)
Ella: A la mayoría de la gente le gusta como beso.
Él (Recordando): ¡Dios mío, ya lo creo! Bésame otra vez, Rosalind.
Ella: No; mi curiosidad por lo general queda satisfecha con una vez.
Él (Desanimado): ¿Se trata de otra norma?
Ella: Yo fabrico las normas según vienen al caso.
Él: Tú y yo nos parecemos en algo; excepto en que yo tengo mucha más experiencia.
Ella: ¿Qué edad tienes?
Él: Casi veintitrés años. ¿Y tú?
Ella: Diecinueve justos.
Él: Yo supongo que eres el producto de un colegio elegante.
Ella: No, todavía soy materia bruta. Me expulsaron de Spence, y no recuerdo porqué.
Él: ¿Cuál es tu forma natural de ser?
Ella: Oh, soy brillante, egoísta, emocional -si me emocionan-, me encanta ser admirada...
Él (De repente): No quiero enamorarme de ti...
Ella (Levantando las cejas): Nadie te lo ha pedido.
Él (Con la misma frialdad): Pero lo haré probablemente. Me gusta tu boca.
Ella: ¡Buf! Por favor no te enamores de mi boca; enamórate de mi pelo, de mis ojos. de mis hombros, de mis zapatillas, pero no de mi boca. Todo el mundo se enamora de mi boca.
Él: Es muy, bonita.
Ella: Demasiado pequeña.
Él: No es verdad. Vamos a ver.
(La besa de nuevo con la misma intensidad.)
Ella (Conmovida): Di algo dulce.
Él (Asustado): El cielo me asista.
Ella (Retirándose): No lo hagas... si te es tan duro.
Él: ¿Nos engañamos? ¿Tan pronto?
Ella: Nosotros no tenemos la misma idea del tiempo que las otras personas.
Él: Ya están aquí... las otras personas.
Ella: Vamos a engañarnos.
Él: No, no puedo: mis sentimientos...
Ella: ¿No serás sentimental?
Él: No, soy romántico. Una persona sentimental cree siempre que las cosas han de durar; un romántico espera contra toda esperanza. El sentimiento es emocional.
Ella: Y tú, ¿no lo eres? (Con los ojos casi cerrados.) Probablemente tú te halagas creyendo que es una actitud superior.
Él: Está bien, Rosalind, no discutamos; bésame otra vez.
Ella (Muy fría): No, no tengo el menor deseo de besarte ahora.
Él (Manifiestamente desconcertado): Hace un minuto querías besarme.
Ella: Ahora es ahora.
Él: Será mejor que me vaya.
Ella: Creo que sí.
(Él se va hacia la puerta).
Francis Scott Fitzgerald (Estados Unidos, 1896-1940).
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