Regresa la primavera a Vancouver.

jueves, 12 de septiembre de 2019

Tu boca: LO BELLO Y LO TRISTE, de Yasunari Kawabata

"- Sírveme un poco de té –susurró. Él levantó la taza y se la tendió. - De tu boca."

(Fragmento del capítulo El lago)

- ¿No te parece que es una vista hermosísima?
- Sí. Es hermosísima. Pero yo estaba pensando en lo hermosa que eres tú. Tu nuca, tu obi...
- ¿Recuerdas cuando me tenías en tus brazos, allá en el templo?
- ¿Que si recuerdo... eso?
- Supongo que estás enfadado conmigo. Estás escandalizado Lo sé.
- Quizá, sí.
- Yo también. Es terrible que una mujer se entregue en forma tan completa.
 
Bajó la voz:
 
- ¿Así que por eso no te acercas a mí?
 
Taichiro se puso de pie y se acercó a ella. Le apoyó una mano sobre el hombro y la guió dulcemente hasta el sofá. Ella permaneció sentada cerca de él, pero mantuvo los ojos bajos.
 
- Sírveme un poco de té –susurró.
 
Él levantó la taza y se la tendió.
 
- De tu boca.
 
Taichiro tomó un sorbo de té y lo dejó filtrar poco a poco por entre los labios de ella. Keiko bebió el té con los ojos cerrados y con la cabeza echada hacia atrás. Su cuerpo estaba inerte, con excepción de los labios y de la garganta.
 
- Más -dijo, sin moverse.
 
Taichiro tomó otro sorbo de té y se lo dio boca a boca.
 
- ¡Ay, qué lindo! -exclamó Keiko, abriendo los ojos-. Me gustaría morir ahora. ¡Por qué no habrá sido veneno!... Estoy acabada. Acabada. Y tú también.
 
Tras una pausa dijo:
 
- Vuélvete.
 
Empujó a Taichiro para que se volviera y apretó el rostro contra su hombro. Luego buscó sus manos. Taichiro tomó una de las manos de la muchacha y la contempló mientras acariciaba un dedo tras otro.
 
- Lo lamento -dijo Keiko-. ¡Qué desconsideración de mi parte! Seguramente estás deseando bañarte. ¿Qué te parece si lleno la bañera?
- Muy bien.
- A no ser que prefieras tomar una ducha.
- ¿Te parece que la necesito?
- Me gustas tal cual estás. Nunca me había gustado tanto un aroma, como el de tu piel -hizo una pausa-. Pero supongo que preferirás refrescarte.
 
 
Yasunari Kawabata (Japón, 1899-1972). Obtuvo el premio Nobel en 1968.
 
(Traducido al español por Nélida M. de Machain)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario