"Verá usted, señor, nada importante; pero tres de ellas han empezado a cojear."
(Fragmento)
Mientras subíamos al carruaje, uno de los mozos de cuadra nos mantuvo la puerta abierta. Una idea repentina pareció ocurrírsele a
Holmes, pues se inclinó hacia delante y le tocó la manga al muchacho.
-Veo que
tiene algunas ovejas en el prado -le dijo-. ¿Quién se ocupa de ellas?
- Yo señor.
- ¿Ha
notado que les pase algo últimamente?
- Verá usted, señor, nada importante; pero
tres de ellas han empezado a cojear.
Pude darme cuenta de que la respuesta
complació sumamente a Holmes pues soltó una risita y se frotó las manos.
- ¡Buen
disparo, Watson, muy bueno! -me dijo, pellizcándome el brazo-. Gregory,
permítame que llame su atención sobre esta rara epidemia entre las ovejas.
¡Siga, cochero!
El semblante del coronel Ross seguía mostrando la pobre
impresión que se había formado acerca de la habilidad de mi compañero, pero
pude observar en el rostro del inspector que se había despertado vivamente su
interés.
- ¿Lo considera importante? -preguntó.
-Extremadamente.
Arthur Conan Doyle (Inglaterra, 1859-1930).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario