Vancouver: luz de agosto en la bahía. (Fotografía de Jules Etienne).

domingo, 12 de agosto de 2018

Solsticio: CANTO DE SOLSTICIO, de Paul Celan

"¡Cuán negro lo dejas estar en el valle! ¡Y arriba brilla y chispea!"

Tú no puedes, al que das al mediodía las heridas de los ensueños,
negar en el sueño el favor de su amante ciega:
él rueda con las horas valle abajo, para que el tiempo
sea libre para aquellos que pasean a la luz de la luna
sobre el tejado de tu mundo, que brilla de azul futuro;
a él que te mide y te pesa y al final te tiende en la tumba;
él que alzó de tu seno tu niño con el pelo de fuego del entenebrecimiento
cómo puedes negarle el favor del ojo, que cegado lo mira:
aquí únicamente se le refleja la estrella entusiasta de tus frentes;
la lanzada en tu corazón sólo aquí la reconoce.

¡Cuán negro lo dejas estar en el valle! ¡Y arriba brilla y chispea!
Tú haces como si hubiera un segundo que fuera a soportar
la carga de roca de tu tiempo, para que tú a otros más fácil entregues el toque
de horas sin hora, el viento radiante del milenio.

¡Oh pétreos mástiles de la melancolía! ¡Oh yo entre vosotros y vivo!
Oh yo entre vosotros y vivo y bello y ella no debe sonreírme...


Paul Celan (Poeta en lengua alemana originario de Rumania y fallecido en Francia; 1920-1970).

(Traducido del alemán por José Luis Reina Palazón).

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