"Estaba demasiado oscuro para que yo pudiera distinguir tus facciones; sólo me di cuenta de que estabas muy tranquila."
(Fragmento que acontece a finales del mes de agosto)
(Fragmento que acontece a finales del mes de agosto)
Llegaste a Wand un día, a finales del mes de agosto, a la hora del crepúsculo. No recuerdo exactamente los detalles de esa aparición; no sabía que entrabas, no sólo en aquella casa alemana, sino también en mi vida. Recuerdo solamente que ya había oscurecido y que las lámparas del vestíbulo aún no estaban encendidas. No era la primera vez que ibas a Wand, así que las cosas tenían para ti algo familiar; también ellas te conocían. Estaba demasiado oscuro para que yo pudiera distinguir tus facciones; sólo me di cuenta de que estabas muy tranquila. Amiga mía, las mujeres son raras veces tranquilas: son plácidas o bien febriles. Tú eras serena a la manera de una lámpara. Conversabas con tus huéspedes, decías sólo las palabras que había que decir y hacías sólo los gestos que había que hacer; todo era perfecto. Aquella tarde estuve más tímido aún que de costumbre; hubiera descorazonado hasta a tu bondad. Sin embargo, no sentía antipatía hacia ti. Tampoco te admiraba: estabas demasiado lejos. Tu llegada me apreció simplemente un poco menos desagradable de lo que yo había temido al principio. Ya ves que te digo la verdad.
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