Los días futuros se yerguen ante nosotros
como una hilera de pequeñas velas encendidas,
iluminadas, tibias, vivas.
Quedan atrás los días pasados:
una triste línea de velas consumidas;
aún humean las más cercanas.
Velas frías, derretidas, deformes.
No las quiero ver, me entristecen sus formas
y me aflije el recuerdo de su primera luz.
Veo hacia adelante, a mis velas encendidas.
No quiero tornar al pasado,
no quiero estremecerme al verlo.
Qué rápido se alarga la línea sombría;
cuán pronto se multiplican las velas extintas.
Constantino Cavafis (Grecia, 1863-1933)
Cavafis escribió este poema en agosto de 1893 con el título de Años fugaces.
Luego de su publicación los lectores prefirieron denominarlo Velas
y a él se le conoció desde entonces como "el poeta de las velas".
Luego de su publicación los lectores prefirieron denominarlo Velas
y a él se le conoció desde entonces como "el poeta de las velas".
(Traducido del griego por Cayetano Cantú)
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