Regresa la primavera a Vancouver.

sábado, 23 de abril de 2011

El 23 de abril: ENTRE CERVANTES Y SHAKESPEARE

 
William Shakespeare nació un 23 de abril, y murió 52 años después, en esa misma fecha, en 1616. Si ha eso se añade que Miguel de Cervantes también falleció ese día -hay quienes dicen que el 22, pero debido a que fue cuando se llevó a cabo su funeral, suele considerarse como su aniversario luctuoso-. Por dichas razones, la Unesco lo designó como el Día Internacional del Libro, que tiene lugar año con año, cada vez en un mayor número de países.
 
Recuerdo haber leído, hace mucho tiempo, una entrevista con Carlos Fuentes en la que aseguraba mantener la costumbre de leer fragmentos del Quijote durante la semana santa, como una suerte de ejercicio espiritual secular. Calculo que muy pocas veces habrá coincidido con los llamados días santos, lo cual hace que el hábito de Fuentes adquiera una dimensión casi ritual, como ha sucedido este año. Este es un soneto que le dice la señora Oriana a Dulcinea del Toboso, el ideal femenino que inspiraba a Alonso Quijano durante sus correrías:

"¡Oh, quién tuviera, hermosa Dulcinea,/ por más comodidad y más reposo,/ a Miraflores puesto en el Toboso,/ y trocara sus Londres con tu aldea!/ ¡Oh, quién de tus deseos y librea/ alma y cuerpo adornara, y del famoso/ caballero que hiciste venturoso/ mirara alguna desigual pelea!/ ¡Oh, quién tan castamente se escapara/ del señor Amadís como tú hiciste/ del comedido hidalgo don Quijote!/ Que así envidiada fuera, y no envidiara,/ y fuera alegre el tiempo que fue triste,/ y gozara los gustos, sin escotes."

También en esta fecha, en 1850, murió el poeta inglés William Wordsworth, uno de cuyos trabajos más recordados es su Oda a la inmortalidad, a la que corresponde este hermoso fragmento de Esplendor en la hierba:

"Aunque mis ojos ya no puedan ver ese puro destello que en mi juventud me deslumbraba, aunque nada pueda hacer volver la hora del esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, no debemos afligirnos, pues encontraremos fuerza en el recuerdo, en aquella primera simpatía que, habiendo sido una vez, habrá de ser por siempre, en los consoladores pensamientos que brotaron del humano sufrimiento y en la fe que mira a través de la muerte. Gracias al corazón humano, por el cual vivimos, gracias a sus ternuras, a sus alegrías, y a sus temores la flor más humilde, al florecer, puede inspirarme ideas que, a menudo, se muestran demasiado profundas para las lágrimas."

El 23 de abril, sin embargo, le pertenece a William Shakespeare puesto que fue cuando tuvieron lugar tanto su nacimiento como su muerte. No me queda más que incluir mañana un poema suyo a manera de homenaje.


Jules Etienne
 
La ilustración corresponde a la tumba de Shakespeare en la iglesia de la Santa Trinidad en Stratford upon Avon.

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