No nos pidas la palabra que excrute por cada lado
nuestro ánimo informe, y con letras de fuego
lo declare y resplandezca como un azafrán
perdido en medio de un polvoriento prado.
nuestro ánimo informe, y con letras de fuego
lo declare y resplandezca como un azafrán
perdido en medio de un polvoriento prado.
¡Ah el hombre que se va seguro
de los demás y amigo de sí mismo,
y no cuida su sombra que la canícula
estampa sobre el descacarado muro!
de los demás y amigo de sí mismo,
y no cuida su sombra que la canícula
estampa sobre el descacarado muro!
No nos pidas la fórmula que pueda abrirte mundos,
sí alguna sílaba seca y torcida como una rama.
Sólo esto podemos hoy decirte,
lo que no somos, lo que no queremos.
sí alguna sílaba seca y torcida como una rama.
Sólo esto podemos hoy decirte,
lo que no somos, lo que no queremos.
Eugenio Montale (Italia, 1896-1981). Obtuvo el premio Nobel en 1975.
(Traducido al español por Lorenzo Peirano)
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