Regresa la primavera a Vancouver.

viernes, 19 de mayo de 2017

Carnaval: UN CASO DE CONCIENCIA, de Leonardo Sciascia

"... aquel baile de carnaval, en el que casi toda la noche su mujer estuvo bailando con Cozzo..."
 
(Fragmento)

Por tal motivo ahora todos veían con filosofía el caso de Favara, considerando infundadas las sospechas que lo habían trastornado, pero con el intenso deseo de que se revelaran fundadísimas. Llegaron incluso a proclamar que dicha carta la había mandado un bromista de Maddá, para que sucediera lo que había sucedido, que era impensable tal desfachatez por parte de una señora.
 
- Si llego a encontrar al bromista de marras -dijo el profesor Cozzo- le retuerzo el pescuezo, tan cierto como que existe Dios.
 
Puesto que Cozzo era soltero, todos se asombraron.
 
- Y tú ¿qué interés puedes tener en esto?
 
- Claro que me interesa -respondió Cozzo, golpeando nerviosamente el puño cerrado de la derecha contra la palma de la mano izquierda. Y le interesaba, desde luego: tenía una cita, la primera, con la señora Nicasio, en un hotel de la capital; pero la señora la había pospuesto, diciéndole que era preferible esperar un poco, que no podía decirle al marido que se iba sola a la ciudad a hacer las compras de costumbre, ya que ese día el profesor había estado intratable durante la comida, lleno de malhumor y sospechas.
 
La actitud de Cozzo suscitó una nueva oleada de sospechas, pero siempre contenidas, siempre ocultas; y también al profesor Nicasio, que estaba presente, le hizo reaflorar el recuerdo de aquel baile de carnaval, en el que casi toda la noche su mujer estuvo bailando con Cozzo, razón por la cual tuvo un pleito con ella al volver a casa.
 
En resumidas cuentas, esa fue una noche muy larga para algunos; para otros, demasiado corta.

Leonardo Sciascia (Italia, 1921-1989)
 

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