Vancouver: el invierno a plenitud en la bahía. (Fotografía de Jules Etienne)

jueves, 18 de mayo de 2017

Carnaval: EL HOMBRE DE LA MÁSCARA DE ESPEJOS, de Vicente Garrido y Nieves Abarca

"... y yo necesito café siempre..."
 
(Fragmento del capítulo 29: Las joyas de Encina Yebra)
 
- ¿Un café? Tiene que ser instantáneo, lo siento, tenemos la cafetera estropeada, y yo necesito café siempre. Estoy terminando la tesis de Farmacia, no se puede imaginar de qué poco sirvo sin cafeína.
 
- Sí, gracias, te lo agradezco. Con leche. Me encanta el café instantáneo. Seguro que es mejor que el de la máquina de comisaría. Y tutéame, por favor -dijo Alana, feliz de ser tan bien recibida.
 
Alana se sentó en el sillón raído y con manchas mientras esperaba el café. Sobre una mesita había fotos de un grupo de amigas disfrazadas de guardias civiles en los carnavales, entre ellas Encina, que enseñaba entre risas unos grilletes vestida con una falda muy corta y un tricornio de plástico. Hasta ese momento no se había fijado en lo impresionante y atractiva que era Encina en verdad. La había visto ya muerta en aquel horrible tanque de agua, y fotos de cuando era muy joven, pero aquella instantánea la revelaba de otra forma: piernas largas, sonrisa rutilante, ojos pícaros, una orla de pecas que adornaba sus mejillas, y sobre todo su postura abiertamente seductora, incluso demasiado.
 
Cuando volvió Catalina con el café, Alana le enseñó la foto.
 
- Encina era una joven muy hermosa. Hasta con un tricornio de plástico estaba guapa, y eso no le puede sentar bien a nadie…


Vicente Garrido (España, 1958) y Nieves Abarca (España. 1968).

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