Regresa la primavera a Vancouver.

martes, 23 de mayo de 2023

Tampico: FRONTERA JUNTO AL MAR y otras dos novelas, de José Mancisidor


Frontera junto al mar
(1953)

(Fragmentos)

- Los informes últimos son más halagüeños de lo que las gentes piensan: Tampico está siendo asediado también y los federales no dominan más que el centro de la ciudad. Los barcos de guerra los ayudan a defenderse, pero su destino está escrito ya por quienes los cercan y los atacan.¡A ésos nadie podrá salvarlos!... (Página 6)

(...)

- También en Tampico se tuestan habas -le respondió el que se hallaba a su lado usando esa figura gráfica que daba una idea exacta de lo que quería significar.

- ¿Y en dónde no?... Los robavacas se reproducen como los conejos y aparecen en dondequiera.

Un repentino silencio reinó entre ellos. Después comentaron aludiendo a Herón Portilla.

- ¿Viste lo macho que se portó el viejo? -Hizo una pausa y concluyó-: ¡Quería salvar a éste!

Lorenzo comprendió entonces. Y el sacrificio consciente y generoso del viejo de la panadería, le estrujó el corazón.

Una sensación distinta en todo al dolor físico se le hincó en el alma. A su memoria acudió el cuerpo de Herón Portilla hecho criba por los cuervos. "Si alguien le diera sepultura"... Las palabras de los soldados se fragmentaban. "Villa"... "Tampico"... "Huerta"...  "Su madre", pensó. (Página 124)

(...)

Durante algunos días se le sujetó al aprendizaje militar. Practicó el manejo del fusil, a agacharse y retroceder, a avanzar y adherirse a la tierra y maniobrar protegido por cualquier repliegue del terreno. Como él, centenares de forzados cogidos en todos los puntos del país, se aprestaban para la guerra vigilados por los soldados de Huerta.

Cuando el aprendizaje hubo terminado, se les distribuyó en diferentes batallones y regimientos diseminados en el norte del país. A él, igual que a otros más, se le destinó a Tampico.

- En el primer combate, si la ocasión se presenta, lo intentaremos -le insinuó su compañero de hilera, Damián Mora, reprochándole su torpeza-. ¿Ya viste lo que te sucedió por comer ansias? ¡Que te sirva de escarmiento! ¡El pobre viejo, tú lo sabes, nada puede ya hacer por ti! ¡Tendrás que manejarte solo!

Lorenzo recordó al viejo de la panadería en el desolado paisaje de aquella mañana cuya realidad le pareció mentira a ratos. (Página 126)

En la rosa de los vientos (1940)

(Fragmento)

En turno riguroso, espiamos por el catalejo.

Muy distante todavía, rumbo al norte, un punto negro avanza hacia la rada. Arriba de él, una pequeña nubecilla marcha en sentido opuesto. El Vigía nos hace a un lado, se coloca ante el catalejo y como si hablara con nosotros, pero hablando en realidad consigo mismo, va descifrando:

- Borda alta... de la Ward Line... viene de Tampico.


El alba en las simas (1955)

(Fragmento)

Pero... -¿lo diría?-... pero ¿querrá Mr. Roosevelt ayudar al general Alamillo, cuando nadie ignora que se halla ligado a los grupos nacionales de formación nazi y a la embajada alemana en este país?

Mr. Greene se quedó perplejo... Ante su silencio, Pedro exclamó:

- That is the question!

- That is the question! -dijo maquinalmente Mr. Greene pensando en Mr. Roosevelt, cuya actitud era tan ambigua, y en Mr. Campbell, representante de su Majestad Británica y la City que habia lanzado, no sin razón, semejantes acusacones contra el Presidente de loa Estados Unidos.

Reaccionó, sobreponiéndose a su desaliento, rápidamente.

- El camino se andará -subrayó-. Usted, Peter, se jugará su suerte a nuestro lado. La Tampico Petroleum Company no habrá de regatear sus méritos. ¡Se lo prometo! Porque usted se halla unido a nosotros íntimamente.

Pedro hubiera querido saber: ¿unido a quiénes? ¿A la Tampico Petroleum Company?


José Mancisidor (México. 1894-1956).

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