Vancouver: luz de agosto en la bahía. (Fotografía de Jules Etienne).

lunes, 24 de julio de 2023

Tampico: EL TORTURADOR, de José Emilio Pacheco

"... recordó la noche en que llegó a Tampico el acorazado General Grant. Los tripulantes irrumpieron ya ebriós en el Salón Tahití,"

Capítulo 2

Donata abrió los ojos en la barraca de la comadrona. Observó al niño que la mujer le presentaba en silencio. Hizo un esfuerzo y recordó la noche en que llegó a Tampico el acorazado General Grant. Los tripulantes irrumpieron ya ebrios en el Salón Tahití. Nadie sacó a bailar a Donata. Hasta que al fin, impulsado por voces que ella no entendía, se levantó de una mesa el cocinero del barco. No la invitó a la pista. Dejó en sus manos unos cuantos dólares y la siguió por el pasillo poblado de macetas hasta el cuarto húmedo y opaco, lleno de espejos y mantas floreadas.

Isaiah Murrow, from Texarkana -dijo por toda presentación cuando ya estaban desnudos en la cama-. What’s your name?…

Jenny -mintió Donata al sentir el cuerpo sudoroso, las manos metálicas que se aferraban a sus caderas, la boca jadeante pegada a sus senos.

El hombre la penetró con urgencia. Donata fingió placer y sintió extrañeza cuando él la besó en los labios y le dijo algo para ella incomprensible. A los pocos minutos Isaiah Murrow eyaculó, se puso de pie, se lavó en la palangana, le dio las gracias y un dólar de plata y fue a reunirse con los otros marinos. Había sido el séptimo cliente de esa noche. Donata estaba muy fatigada y no acudió en busca del irrigador como siempre. Se quedó inmóvil en el lecho y se durmió pensando en aquel nombre, Texarkana.

A los diecisiete años Donata Morales quedó embarazada. Se negó a abortar porque no tenía a nadie en el mundo y un hijo le daba seguridad y la justificaba. Perdió su empleo en el Salón Tahití. Con sus ahorros pagó un alumbramiento que le costó mucho dolor y mullía sangre. Dio a luz un niño idéntico a su padre, Isaiah Murrow, el de Texarkana.

Donata jamás recuperó la esbeltez adolescente que le había ganado tanta clientela en el Salón Tahití. Se hizo alcohólica y descendió a prostituirse en las calles. A los veintidós años un ebrio le cortó la garganta en un cuarto de hotel sólo para ver qué se sentía. Macrina, la mujer a quien Donata lo confiaba, le explicó a José Morales que su madre se había ido a Francia en un barco y pronto iba a regresar y a traerle muchos regalos. Poco después Macrina abandonó a José en la fonda en donde trabajaba de mesera y huyó para no cargar con la responsabilidad.

José Emilio Pacheco (México, 1939-2014).

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