Vancouver: luz de agosto en la bahía. (Fotografía de Jules Etienne).

domingo, 22 de junio de 2014

Espejos (52): CIUDAD DE CRISTAL, de Paul Auster


(Fragmento)
 
- Curar a don Quijote de su locura. Querían salvar a su amigo. Recuerde que al principio queman sus libros de caballería, pero eso no da resultado. El Caballero de la Triste Figura no renuncia a su obsesión. Entonces, en un momento u otro, todos salen a buscarle con distintos disfraces (de dama en apuros, de Caballero de los Espejos, de Caballero de la Pálida Luna) con el fin de atraer a don Quijote a casa. Al final lo consiguen. El libro no era más que uno de sus trucos. La idea era poner un espejo delante de la locura de don Quijote, registrar cada uno de sus absurdos y ridículos delirios, de tal modo que cuando finalmente leyese el libro viera lo erróneo de su conducta.
 
 
Paul Auster (Estados Unidos, 1947) 

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