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viernes, 24 de septiembre de 2021

Venecia: EL ARTE, de Marcel Schwob

"Y el pintor Jan van Scorel reconoció que estaba en la antigua Vía Latina..."

(Fragmento final del diálogo en el que intervienen: Dante Alighieri, Cimabue, Guido Cavalcanti, Cino da Pistoia, Cecco Angioleri, Andrea Orgagna, Fra Filippo Lippi, Sandro Botticelli, Paolo Uccello, Donatello, Jan van Scorel)

Y ahora la noche se aclaraba. Y Dante volvió a hablar con Jan van Scorel, y le dijo:

- Júzganos.

Y Jan van Scorel respondió:

- Me ha guiado el amor y lo seguiré dondequiera que me lleve. Nací junto a un mar gris, en un pueblo en las dunas, y trabajé en Amsterdam con mi maestro Jacob Kornelisz. Tenía una niña modesta y blanca, de doce años. La amaba y me fui a ganar dinero para casarme con ella. Y vi Speyer, Estrasburgo y Basilea. En Nurem- berg visité a Alberto Durero, y pasé por Estiria y Carintia. Ahora bien, había en esta región un gran barón que se enamoró de mi pintura. Tenía una hija ardiente y hermosa. Me ofreció que la casaría conmigo. Pero tenía en mi corazón la imagen de la niña de mi país, tan dulce, tan pura. Rechacé a la tentadora. Y fui a Venecia, donde un padre de las beguinas me llevó a Jerusalén para ver el Santo Sepulcro. Allí llegué a conocer la religión. Luego regresé vía Rodas y Malta otra vez a Venecia. De ahí viajé a Roma, donde el Papa me apoyó. Y sufro, porque mi amor se siente atraído por mi tierna niña; pero mi deseo es la tentadora de Carintia. Pero no podía pintar a la Virgen sin hacerla a semejanza de mi prometida; y sólo puedo imaginarme a Eve y Madeleine en el parecido de aquella cuyos ojos solicitantes me invitaron a romper mi juramento. Esta es mi historia: pero, oh Maestro, extiendo mi mano a mi amor.

Y Dante le dijo:

- Por lo tanto, nos has juzgado, porque no has abandonado a tu guía. Y te llevará más alto de lo que piensas, tal como el mío me ha llevado a mí. ¡Oh, Jan van Scorel, te sentirás miserable y decepcionado! La que amas está casada con un comerciante de oro; y tampoco encontrarás a la tentadora. Entonces entrarás en la religión y procla- marás tu arte a través de ella y en ella. Porque religión es el término del amor, o que la guía nos tome de la mano para subir la escalera sagrada, o que nos abandone frente al primer escalón.

Y Dante , alzando los ojos al cielo, vio una constelación límpida como agua temblo- rosa:

- Beatriz nos está llamando -dijo-, y tenemos que regresar. Recuerda las palabras divinas: "Busca y encontrarás".

El prado secreto desapareció con sus formas en la noche blanca. Y el pintor Jan van Scorel reconoció que estaba en la antigua Vía Latina; y, con la mirada baja, regresó a Roma.

Marcel Schwob (Francia, 1867-1905).

La ilustración corresponde al Parque del Acueducto en la Vía Latina de Roma, al atardecer.

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