Soneto XLI
Desdichas del mes de Enero cuando el indiferente
mediodía
establece su ecuación en el cielo,
un
oro duro como el vino de una copa colmada
llena
la tierra hasta sus límites azules.
Desdichas
de este tiempo parecidas a uvas
pequeñas
que agruparon verde amargo,
confusas,
escondidas lágrimas de los días
hasta
que la intemperie publicó sus racimos.
Sí,
gérmenes, dolores, todo lo que palpita
aterrado,
a la luz crepitante de Enero,
madurará,
arderá como ardieron los frutos.
Divididos
serán los pesares: el alma
dará
un golpe de viento, y la morada
quedará
limpia con el pan fresco en la mesa.
Pablo Neruda:
Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto (Chile, 1904-1973). Obtuvo el premio Nobel en 1971.
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