Con cálida aflicción, al fin se deshizo el largo beso
y como las últimas gotas repentinas caen
del resplandeciente alero cuando la tormenta ha huido,
a solas vaciló el latir de sus corazones.
Sus pechos se apartaron, con el brotar abierto
de las flores nupciales a su lado, extendidas
desde el tallo unido, más aún sus bocas ardiendo
se acariciaron donde yacían separadas.
El sopor los hundió más profundamente que la marea
de los sueños, y sus sueños los vieron sumergirse
y escapar. Delicadas sus almas flotaron de nuevo
por esplendores acuáticos, y, ahogados, grises
objetos del día; hasta que por un prodigio
de leños nuevos y corrientes él se despertó y más
se maravilló: pues ella estaba a su lado.
(At length their kiss severed, with sweet smart;
And as the last
slow sudden drops are shed
From sparkling leaves when all the storm has fled,
So singly flagged the pulses of each heart.
Their bosoms sundered, with the
opening start
Of married flowers to either side outspread
From the knit
stem; yet still their mouths, burnt red
Fawned on each other where they lay
apart.
Sleep sank them lower than the tide of dreams,
And their dreams
watched them sink, and slid away.
Slowly their souls swam up again, through
gleams
Of watered light and dull drowned waifs of day,
Till from some
wonder of new woods and streams
He woke, and wondered more: for there she lay.)
Dante Gabriel Rossetti
(Inglaterra, 1828-1882).
Análisis de Jorge Luis Borges
(Fragmento)
Y ahora vamos a leer algo de la obra de Rossetti.
Vamos a empezar por este soneto del cual les hablé, «Nuptial Sleep». No puedo
recordar todos los pormenores, pero sí el argumento. Empieza
diciendo: «Al fin su largo beso se separó, los dos se apartaron». Y entonces él
compara a los dos amantes con las ramas de una rama que se bifurca, y dice:
«Their lips» se apartaron después del acto del amor, pero sus labios estaban
todavía muy cerca. Y después dice que así como después de la lluvia caen de los
tejados las últimas gotas de agua -aquí se alude a otra cosa, desde luego-, así
fueron latiendo separadamente cada uno de los corazones. Los dos amantes
fatigados se quedan dormidos, pero Rossetti, con una hermosa metáfora, dice:
«Sleep sank them lower than the tide of dreams», «El sueño los hundió más abajo
de la marea de los sueños». Pasa la noche, y luego el alba los despierta, y
entonces despiertan sus almas, que están debajo del sueño. Y del sueño emergen
lentamente como si el sueño fuera un agua. Pero él se refiere, no al alma de la
mujer, sino al alma del hombre. Y entonces dice que entre ahogadas reliquias
del día -ve algunas maravillas de nuevas selvas y de corrientes- él despertó.
Es decir, él había tenido un sueño maravilloso, él había soñado con un país
desconocido, espléndido, porque su alma estaba llena del esplendor del amor.
«El se despertó y se maravilló aún más, porque ahí estaba ella.» Es decir, el
hecho de despertarse, de volver de un mundo fantástico, de volver a una
realidad y ver que en esa realidad estaba ella, la mujer que él había querido y
reverenciado durante tanto tiempo, y verla dormida a su lado, en sus brazos,
era más maravilloso que el sueño.
Jorge Luis Borges
(Argentino fallecido en Suiza, 1899-1986).
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