La Belleza y el hijo de la Belleza y el romero
-en suma: Venus y Amor, su hijo-,
se supone nacidos del océano,
en Navidad, en mutua compañía
tejen una guirnalda festiva
aunque no siempre de romero -
desde que voló a Egipto, florece indiferente.
Con hojas como lanzas, verdes, pero plateadas por
debajo
las flores -blancas originalmente-
se volvieron azules. La hierba del recuerdo,
que imita el manto azul de la Virgen María,
no es demasiado legendaria
para dar flores que a la vez son símbolo y aroma
penetrante.
Tras brotar de las rocas junto al mar,
la estatura de Cristo a los treinta y tres años,
se nutre del rocío y con la abeja
“habla un lenguaje mudo”; en realidad
es una especie de árbol navideño.
Marianne Moore (Estados Unidos, 1887-1972).
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