- ¿A que está precioso? Ay, la verdad es que es un gusto volver a estar en
casa... ¡En realidad no hay ningún sitio tan hermoso como Noruega! Me pregunto
qué estrella será esa... ¿Crees que será Venus, Cecilie?
- No, Venus no ha salido todavía... no puede ser esa... Sabe usted qué
estrella es, señora Braatø? -preguntó Cecilie Oxley.
- Ni idea. No sé absolutamente nada de estrellas.
- En realidad podríamos pensar perfectamente que esa es la estrella -dijo
Ciss Meisling con aire soñador-. La estrella con la que se orientaron los Reyes
Magos, quiero decir. En el fondo aquello debió de ser una gran aventura, el
viaje fue muy largo, puede que tardaran hasta un año, según he leído. Aunque
nosotros celebramos los Reyes solo quince días después de Nochebuena. A mí
siempre me ha encantado la fiesta de Reyes... porque al pensar en la estrella
te colmas de anhelos...
Los Reyes Magos. Ida Elisabeth no había caído en la
cuenta, pero era verdad, era la noche de Reyes. Viajar, viajar siguiendo una
estrella que indicara el camino hacia algún sitio... Ay, quién pudiera hacer
eso. Con una sensación enferma y entristecida en su agotado corazón, sintió por
un momento que también ella se colmaba de anhelos, como decía la pequeña Ciss
Meisling.
Sigrid Undset
(Noruega nacida en Dinamarca, 1882-1949). Obtuvo el premio Nobel en 1928.
(Traducido del noruego por Cristina Gómez-Baggethun).
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