"... el árbol perenne es una fiesta pagana porque recuerda la fiesta precristiana del solsticio invernal (...) Niños y padres se divierten colgando bolas de colores..."
(Fragmento)
Lo que hace pensar que el belén es un símbolo apreciado por los laicos, mientras que los que van a misa se han convertido al árbol, poniendo a Papá Noel en el lugar del Niño Jesús o de los Reyes Magos, que en mis tiempos se encargaban de los regalos, y por eso los chicos de entonces celebraban con tanto alborozo al rey del cielo que bajaba de las estrellas para ocuparse de sus juguetes.
Ahora bien, el tema es aún más confuso. Se suele pensar que el árbol y Papá Noel representan una tradición protestante sin recordar, sin embargo, que Santa Claus era un santo católico, san Nicolás de Bari (su nombre nace de un acortamiento de Nicholas o Nikolaus). En cambio, el árbol perenne es una herencia pagana, porque recuerda la fiesta precristiana del solsticio invernal, la Yule, y la Iglesia fijó la Navidad en esa misma fecha precisamente para asimilar y domesticar tradiciones y celebraciones previas. Una última ambigüedad: el neopaganismo consumista ha desacralizado por completo el árbol, que se ha vuelto un mero objeto de decoración de temporada, como la iluminación de las ciudades. Niños y padres se divierten colgando bolas de colores, pero sin duda yo me divertía más cuando ayudaba a mi padre, que empezaba a construir el belén a principios de diciembre, y era una fiesta ver manar fuentecillas y cascadas en virtud oculta de un aparato para hacer enemas.
De hecho, la práctica del belén se está perdiendo porque su preparación cuesta trabajo e inventiva (todos los árboles navideños se parecen, mientras que los belenes son siempre distintos), y si se pasan las veladas haciendo belenes se corre el riesgo de no ver esos espectáculos televisivos que tan importantes son para la protección de la familia, ya que nos avisan siempre de que se requiere la presencia de los padres para que los niños puedan ver mujeres desnudas y sesos desparramados.
Umberto Eco (Italia, 1932-2016).
Texto escrito en 2006 y recopilado en De la estupidez a la locura, que incluye artículos y textos breves del autor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario