Romeo:
¿Has visto una liebre?
Mercucio:
Una liebre, no: tal vez un conejo viejo y pellejo para un pastel de Cuaresma
Anda alrededor de ellos cantando.
Conejo viejo y pellejo,
conejo pellejo y viejo
es buena carne en Cuaresma.
Pero conejo pasado
ya no puede ser gozado
si se acartona y reseca.
Romeo, ¿vienes a casa de tu padre? Comemos allí.
Romeo:
Ahora os sigo.
Mercucio:
Adiós, vieja señora. Adiós, señora, señora, señora.
Salen Mercucio y Benvolio.
William Shakespeare (Inglaterra, 1564-1616).
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