Regresa la primavera a Vancouver.

martes, 7 de noviembre de 2017

Eclipse: UN AMIGO DE KAFKA, de Isaac Bashevis Singer

"... y tantas eran las palomas que cubrieron el cielo (...) de manera que la luz del día se oscureció como en un eclipse."
 
(Fragmento de Las palomas)
 
Al día siguiente por la mañana un coche funerario judío ascendió la calle camino de la casa del profesor, los caballos iban con negras gualdrapas y capuchones también negros, con orificios a la altura de los ojos. Cuando sacaron el féretro de la casa y el cortejo fúnebre comenzó a avanzar cuesta abajo, hacia la Avenida Tamki y el barrio viejo de la ciudad, bandadas de palomas echaron a volar por encima de los tejados. Y vinieron más y más palomas, y tantas eran las palomas que cubrieron el cielo en la estrecha cinta que las casas de la estrecha calle recortaban en él, de manera que la luz del día se oscureció como en un eclipse. Las palomas parecían detenerse, suspendidas en el aire, y así se estaban un instante, y de inmediato seguían el cortejo trazando círculos en el cielo.

(Fragmento de El mentor)

Los poderes que rigen la Historia nos habían devuelto a la tierra de nuestros antepasados, pero nosotros poco habíamos tardado en profanarla con nuestra abominable conducta. El sol ya daba calor y había adquirido un color amarillo sulfuroso. Despedía chispas y llamas menudas, como si fuera una antorcha. Producía una luz sombría y triste, como en los momentos de eclipse. Del desierto llegaba un viento seco que transportaba fina arena. El rostro de Freidl estaba ceniciento y demacrado. Y en aquel momento vi que se parecía a su madre, Deborah Ita.

Isaac Bashevis Singer (Judío nacido en Polonia y fallecido en Estados Unidos, 1902-1991).
Obtuvo el premio Nobel en 1978.

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