Vancouver: luz de agosto en la bahía. (Fotografía de Jules Etienne).

martes, 14 de enero de 2014

Decir Adiós es morir un poco (página 183)



Más que una consecuencia de la rotación del planeta o un referente lunario, la noche es un estado de ánimo individual. Aun cuando se torna una experiencia colectiva, persiste su esencia íntima. Es el reflejo indiscriminado de la euforia o la angustia, nostalgia o deseo. Espejo cotidiano de cada existencia, la noche es el momento de afrontar el saldo de lo vivido durante el día. Tal vez por eso nos retribuye con el privilegio de soñar.


Jules Etienne

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